La provincia de Córdoba es uno de los
sitios que más turistas recibe en toda la República Argentina
pues no solo llegan hasta sus tierras los viajeros de todas partes del mundo
que llegan tras haber leído sobre los hermosos paisajes naturales sino también
muchos contingentes de familias y grupos de amigos de otras partes del mimos
país, pues su ubicación en el mismísimo centro del mapa argentino favorece la
llegada y la circulación de millones de personas.
Los atractivos en Córdoba son muchos. El
principal es, por supuesto, el escenario natural que adquiere, según la zona,
diferentes matices pero que en cada uno presenta una apariencia única y
hermosa, desde los extensos campos de San Clemente hasta las abruptas y ocre
Altas Cumbres pasando por los ríos caudalosos y la tranquilidad de La Falda por nombrar solo
algunos de los principales puntos de interés.
Pero además de ellos tenemos el mayor
centro de atracción de la provincia y un paso obligado para todos los que
llegan aquí: la capital.
Y es que la ciudad de Cordoba es un sitio
de encuentros obligados no solo de los turistas sino de sus mismos habitantes,
una población heterogénea compuesta en una gran parte por los estudiantes que
llegan desde otras provincias para poder cursar en la Universidad Nacional
de Córdoba, una de las casas de estudios más antiguas de Latinoamérica y de
gran prestigio internacional.
Las diferencias en la población hacen que
esta ciudad sea testigo de manifestaciones a veces contradictorias, de
distintas tonadas, acentos, formas, palabras y expresiones que nos van abriendo
un poco el panorama a nuevas realidades.
En un lugar así es fundamental poder
contar con una propuesta cultural acorde, una que explore los límites del
entendimiento humano y de la expresión de cada una de las personas, que invite
a la gente a ser parte de una experiencia reflexiva y a acercarse al arte desde
otras perspectivas.
Esta tarea difícil, casi inmensa pero
sumamente importante y gratificante es la que llevan a cabo los museos en
Córdoba, verdaderos templos del saber pero también de la producción de ideas y
sensaciones, de la preservación pero también de la incitación a al acción
propia.
Uno de estos museos en Córdoba, quizás el
más conocido, es el Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Caraffa ubicado en
el número 411 de la Avenida Poeta
Lugones que es la que va directo a la Terminal de Ómnibus y que se encuentra en uno de
los accesos de la Plaza España,
siento muy fácil entonces llegar a él. Ya sea que lleguemos desde la Terminal, o que bajemos
por la calle del Parque Sarmiento, así como que hayamos llegado ahí desde la
calle Hipólito Irigoyen, el Museo Caraffa espera imponente nuestra visita.
Este verdadero centro del arte cordobés,
nacional e internacional ha sido remodelado hace poco extendiendo sus salsa
para mayor comodidad y presentando un diseño moderno y luminoso que es muy
atractivo visualmente. Este museo siempre ha traído colecciones de exposición
temporal que representaban lo mejor del arte de todos los tiempos en diversas
disciplinas, desde fotografía hasta escultura, pasando por grabado y dibujo.
Este museo presenta cada tanto la
posibilidad de participar en diversos concursos que organiza así como de
conferencias de artistas y sobre ellos para nutrir al público no solo con la
posibilidad de ver la obra sino de poder ejercer una mirada crítica hacia ella.
La fachada neoclásica del edificio
histórico nos adelanta la característica de las salas de su interior: una forma
circular en la que la iluminación deja apreciar de la mejor manera posible cada
obra. Además, con la ampliación se puede disfrutar de un espacio para los más
pequeños, de bancos en la entrada y de
un auditorio que completan las opciones de este museo dependiente del
Gobierno de la Provincia
que está a la altura de cualquiera de los museos de las grandes capitales
mundiales.
El Museo Caraffa posee tanto colecciones
temporales como permanentes y se constituye así en uno de los focos de
importancia cultural de la ciudad, de los más antiguos en brindar a cordobeses
y extraños el panorama más completo de las artes en exposiciones cuidadosamente
planificadas.
Por ello visitar Córdoba sin ir hasta el
Museo Caraffa no es algo que recomendemos. Todo lo contrario, es una
experiencia no solo interesante a nivel turístico sino una de esas jornadas
transformadoras e inspiradoras por la calidez del ambiente y por la oportunidad
de poder dialogar de manera directa con las mejores obras de arte.